NOTA DE PRENSA CESM-CLM Día nacional contra las agresiones a sanitarios
EL SINDICATO MÉDICO DE CASTILLA LA MANCHA TIENE COMO UNO DE SUS PRIMEROS OBJETIVOS LA PREVENCIÓN DE LAS AGRESIONES AL PERSONAL SANITARIO.
CESM-CLM considera prioritario que se implanten medidas de prevención que consigan evitar las agresiones y la violencia contra los facultativos en Castilla- La Mancha.
Pese a estar en el siglo XXI y después de trascurridos más de 20 años desde la publicación de la Ley de Prevención de Riesgos, los sanitarios siguen indefensos ante las agresiones que sufren en el ejercicio de su labor asistencial.
Es conocido el alto riesgo de conflicto y posibilidad de sufrir agresiones en los centros sanitarios. Los recortes en la sanidad, la impotencia y desesperación de los pacientes cuando consideran que no son debidamente atendidos suelen traducirse en protestas y reclamaciones ante los que siempre están delante para escucharles, los profesionales sanitarios. Las largas listas de espera, la falta de recursos humanos y materiales son déficits que facilitan y favorecen los conflictos entre profesionales y usuarios o pacientes y en determinadas circunstancias pueden acabar con agresiones a los facultativos que a veces son tan víctimas de la situación como sus agresores.
Por eso, y con motivo del día de las agresiones a sanitarios, queremos proclamar dos mensajes. El primero es que la violencia contra los sanitarios no arregla ni los problemas personales que un paciente pueda tener en un momento determinado, ni por supuesto los grandes problemas sanitarios actuales. Y en segundo lugar, recordar al gobierno que es su obligación poner todos los medios para que estas agresiones no sucedan y adoptar las medidas de prevención necesarias para que los facultativos y sanitarios en general puedan realizar su labor sin sufrir agresiones de ningún tipo.
Por último, recordar una vez más que cuando la agresión se produce, el castigo debe ser tal que sirva de correctivo al culpable y de ejemplo al resto de los ciudadanos. La violencia no puede ser nunca la solución, y nada puede justificar el uso de la misma contra un profesional sanitario.
Recientes sentencias ya están condenando no sólo al agresor sino también a la empresa (administración, servicio de salud, etc…) por permitir que esos hechos sigan ocurriendo sin adoptar las medidas preventivas necesarias para impedirlo.
Invitando desde aquí a la reflexión, tanto a nuestros gobernantes como a los ciudadanos, y pedimos que nadie pague su rabia y frustración con el que siempre tiene delante dispuesto a ayudarle, el sanitario.